Artículo de Rafael Nuñez ( @RafaelNunezR )
Con una economía en permanente expansión, Colombia registra una demanda creciente de mano de obra con estudios superiores, y aunque durante la última década la prima salarial de la mano de obra calificada disminuyó en cierta medida, ese factor no se debió a un cambio en la demanda relativa, sino al continuo incremento de personal con formación académica.
Un estudio del Banco Mundial hecho en 16 países de América Latina estableció que desde el año 2000 hasta 2010, se produjo un cambio respecto al aumento de la demanda de trabajadores con estudios superiores, de tal modo que la brecha salarial entre los calificados y no cualificados creció en la década de los 90, y disminuyó en la posterior.
Bajo el liderazgo del Ministerio de Educación Nacional, Colombia ha fortalecido en los últimos años la educación superior en lo relativo al crédito, cobertura regional, calidad y logros, entre otros, lo que ha garantizado una mejoría integral en el país de Fernando Botero.
La educación superior en Colombia, regida por un marco normativo amplio que delega la responsabilidad primaria en el gobierno, ha patrocinado el desarrollo de la autonomía de las universidades privadas, que cohabitan con otras instituciones de carácter público. Las academias particulares funcionan con un régimen especial, en tanto que el Sistema Nacional de Acreditación (SNA) garantiza que la instituciones que son parte del sistema, cumplan los más elevados requisitos de calidad.
Colombia cuenta con 81 universidades, 119 universidades tecnológicas, 50 de educación técnica y 36 técnicas profesionales, para un total de 286 Instituciones de Educación Superior (IES). De acuerdo con su naturaleza jurídica, 80 son oficiales y 206 son privadas.
Las estadísticas del Ministerio de Educación Nacional establecen que en el año 2014 se habían registrado 2,091,191 estudiantes en pregrado, de una población de 4,354,649 jóvenes entre 17 y 21 años. La tasa de cobertura en educación superior aumentó del 28.4 por ciento en el 2005, al 40.6 por ciento en 2013, lo que sitúa a Colombia cerca del promedio de los países de América Latina y el Caribe.
El Ministerio ha centrado su esfuerzo en el cierre de la brecha con un enfoque que conlleva la ampliación de la regionalización de la educación superior y la flexibilización de la oferta, el fortalecimiento de la financiación y el incentivo de la permanencia en el sistema de educación superior.
La mejora en las condiciones de crédito a la educación superior para estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 hace que la mayor parte de ellos sean de bajos ingresos, impactando significativamente la equidad.
El nivel universitario, dentro de la educación superior, concentra un porcentaje superior al 61.4, pues el número de estudiantes es de 1,295,528, en tanto la matrícula en programas tecnológicos, experimenta una tendencia al crecimiento, pues pasó de 449,344, en 2010, a 604,410 en 2013. También el crecimiento se registra en los niveles de posgrados, especialización, maestrías y los de doctorados. Este país ha logrado que cerca del 80 por ciento de los graduados se vinculen al sector formal de la economía.
El financiamiento
Como parte de su estrategia nacional de mejora de la educación superior, las autoridades implementaron nuevos estímulos a la permanencia y la calidad de ésta, a través de inyección de recursos provenientes de los sectores público y privado. En ese tenor, hay entidades adscritas al Ministerio y varios canales particulares de sustentación del financiamiento.
La evolución del gasto público en educación superior fue positivo: desde 2007 hasta 2013 ha habido una tendencia creciente, pues de 1.85 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) que registró en 2007, llegó a 2 por ciento del PIB en 2013.
En 2011, el gasto público fue de cerca de 4.3 billones de pesos, en tanto que en el 2013 alcanzó los 5.6 billones, es decir un incremento en términos reales de 24.35 por ciento. Los fondos destinados a financiar la demanda, como los asociados al Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (ICETEX) crecieron un 39.1 por ciento. En el año 2013, se destinaron 3.3 billones de pesos a la educación superior, de los cuales el ICETEX recibió 7.6 por ciento con una ejecución ese año de 1.2 billones de pesos.
Colombia dispone de recursos propios para financiar créditos educativos para jóvenes de bajos ingresos, lo que le ha permitido cumplir con una misión social en el campo de la educación superior.
Bajo la gestión del especialista de la banca privada, Fernando Rodríguez Carrizosa, ese país ha podido responder a la creciente demanda de crédito, que en 2014 fue de 118,092, de las cuales fue posible satisfacer 93,556 nuevas solicitudes, superando la meta de 73 mil.
Enfocado en su política de inclusión social, en el ICETEX el 95 por ciento de los créditos aprobados correspondieron a estudiantes que se encuentran en estratos 1, 2 y 3.
De acuerdo con los criterios prevalecientes en esa entidad, los estudiantes con acceso a crédito educativo fueron aquellos que obtuvieron buen desempeño en las pruebas Saber ll, donde el 59 por ciento registra excelencia académica.
Como señalaba en el artículo anterior, Colombia se ha desgarrado en más de 50 años de violencia, pero por el esfuerzo conjunto de autoridades y sector privado, junto al anhelo de paz de su gente, Colombia muestra avances tangibles en turismo, deportes, cultura y educación superior.
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